14°35′45″N 120°58′38″E
Filipinas
Desde el Giro, explora los fenómenos hidrometeorológicos —huracanes y tifones— como fuerzas que desbordan nuestra capacidad de entendimiento y, al mismo tiempo, como sistemas de organización y colaboración planetaria. A través de la observación de los ciclos del agua —evaporación, nubes, corrientes y tormentas— se reflexiona sobre cómo estos eventos moldean territorios-ecosistemas.
Se entrelazan experiencias vividas durante el tifón Yolanda (Filipinas, 2013) y el huracán Otis (México, 2023) con registros históricos, mediciones meteorológicas, mareográficas y narrativas colectivas y más-que-humanas que incluyen aves, peces, manglares y acuíferos. Pensando en cuidado, interdependencia y enredos que surgen en torno al agua y su imprevisibilidad, desde la meteorología hasta la arquitectura.
La investigación se inscribe en una visión planetaria de convivialidad. La pregunta central no es cómo dominar el agua, sino cómo aprender con ella: cómo habitar un mundo donde la incertidumbre climática es constante y los futuros deben pensarse en clave de coexistencia.
Punto de partida: el Giro y las corrientes como conector
El Giro Subtropical del Pacífico Norte —formado por las corrientes de Kuroshio, Pacífico Norte, California y Ecuatorial del Norte— entendido como un conector natural de geografías, saberes y experiencias. Estas corrientes han entrelazado históricamente costas y culturas distantes: durante la época colonial impulsaron el intercambio de bienes, ideas y costumbres a través de la ruta del Galeón de Manila o Tornaviaje, que unía Asia con América entre Manila, Taiwán, Japón y las costas mexicanas de Acapulco, San Blas y Bahía de Banderas.
Si antes estas corrientes transportaban mercancías, tradiciones y culturas, hoy arrastran desechos plásticos que conforman la Gran Mancha de Basura del Pacífico. El mismo sistema oceánico que posibilitó encuentros culturales evidencia ahora la crisis socioambiental actual. Las corrientes muestran correspondencias entre geografías distantes, revelando que los riesgos y las vulnerabilidades —ya sean coloniales o climáticas— son compartidos.
Habitar la vulnerabilidad: los casos de Acapulco y Tacloban
El proyecto enlaza dos territorios marcados por la fuerza del viento y del agua: Acapulco, tras el huracán Otis (2023), y Tacloban, Filipinas, después del supertifón Yolanda (Haiyan, 2013). A través de dibujos narrativos, mapas y diagramas, se trazan correspondencias entre memorias, testimonios y capas históricas que permiten repensar cómo habitamos el riesgo. Los fenómenos hidrometeorológicos son naturales, pero los desastres son sociales, producidos por condiciones históricas de desigualdad. Sus efectos, además, alcanzan a ecosistemas enteros, evidenciando una fragilidad compartida entre humanos y más-que-humanos.
El Giro Subtropical del Pacífico Norte —formado por las corrientes de Kuroshio, Pacífico Norte, California y Ecuatorial del Norte— entendido como un conector natural de geografías, saberes y experiencias. Estas corrientes han entrelazado históricamente costas y culturas distantes: durante la época colonial impulsaron el intercambio de bienes, ideas y costumbres a través de la ruta del Galeón de Manila o Tornaviaje, que unía Asia con América entre Manila, Taiwán, Japón y las costas mexicanas de Acapulco, San Blas y Bahía de Banderas.
El proyecto enlaza dos territorios marcados por la fuerza del viento y del agua: Acapulco, tras el huracán Otis (2023), y Tacloban, Filipinas, después del supertifón Yolanda (Haiyan, 2013). A través de dibujos narrativos, mapas y diagramas, se trazan correspondencias entre memorias, testimonios y capas históricas que permiten repensar cómo habitamos el riesgo. Los fenómenos hidrometeorológicos son naturales, pero los desastres son sociales, producidos por condiciones históricas de desigualdad. Sus efectos, además, alcanzan a ecosistemas enteros, evidenciando una fragilidad compartida entre humanos y más-que-humanos.